"La página de los lagartijos es como el camarote de los Hermanos Marx" (Los Moteros Jubilaos, 2005)
"La Vespa abans de montarla n´hia que coneixerla" (Socarrat dixit. Xátiva 19/08/2006)
"La Vespa abans de montarla n´hia que coneixerla" (Socarrat dixit. Xátiva 19/08/2006)
19 julio 2005
Las Aventuras de los Ingeniosos Hidalgos Lagartijos
En un lugar indeterminado del altiplano, de cuyo nombre no puedo acordarme, que ni es murciano, ni valenciano ni manchego pero que es yeclano, no ha mucho a lo sumo un par de jornadas, se reunieron tres hidalgos de raros motes en raras lenguas, procedentes de los más bregados en la batalla linajes de la villa, los cuales y por el respeto que a sus apellidos les deben, omiten incluir en sus nombres de batalla, tal como en su día hicieron Amadís de Gaula o Palmerín de Inglaterra.
Como el camino en ayunas solo trae desgracias y triste ruido de tripas desatendidas, se reunieron a temprana hora en la Venta del Maese Emilio, conocido por el vulgo como La Paloma, para allí alimentar el cuerpo de fritas tortas de harina como el alma lo alimentaron de fabulosas historias de caballeros en los cientos de volúmenes leídos una y mil veces.
Una vez que el cuerpo dijo basta, que la gula es pecado y nuestros caballeros cristianos viejos, montaron en sus jumentas, de raza italiana para más señas, famosas en otro tiempo y símbolo incluso de modernidad, pero hoy relegadas a llenar las cuadras de aquellos que no se dejan engatusar por cantos de sirena con muchos caballos venidos del oriente.
La ruta a seguir fue la calzada hacía la villa manchega de Almansa, distante del punto de partida más de cinco leguas, y nuestros caballeros la tomaron con la tranquilidad que caracterizó a aquellos cuya conciencia está tranquila, su espíritu limpio y su vista cansada.
A mitad de camino, levantando la vista hacia levante, vieron una interminable fila de gigantes, que venían rabiosos a plantarles batalla, pero ellos, antes corteses que valientes y sabedores que mejor es yacer con su dama cuando llegue el ocaso que entregarse a inútiles batallas con generadores eólicos, hicieron la vista gorda y siguieron su ruta. Donde confluye la frontera entre la Mancha propiamente dicha y el Reino de Murcia, plantaron sus yelmos en un improvisado altar, homenajeando así a todos los caballeros andantes caídos en la carretera hasta la fecha.
Como algún de los caballeros no tenían todas las cédulas administrativas que exigen las leyes del Reino de España, confluyeron sus mercedes en el siguiente subterfugio, que no es otro que dejar al caballero Hachazo marchar el primero como lanzadera ante los guardias de campo que Su Católica Majestad cuya vida guarde Dios muchos años viste de verde y manda a esos caminos a vigilar la estricta observancia de leyes, bandos y mandatos. Igualmente concretaron que este tomara una ruta distinta a la habitual, con el fin de evitar en lo posible a los que pudieran poner fin a tamaña aventura. El caballero hachazo, habitualmente despistado y con la mente divagada en la imagen de los azules ojos de su amada dama, fue a meterse en la boca del lobo, ante la desesperación del resto de caballeros que veían peligrar el correcto curso de la empresa. Afortunadamente, los vigilantes de las buenos usos y costumbres de las vías y calzadas no se encontraban en aquel lugar, por lo que el desafortunado despiste quedó en unos improperios lanzados por los caballeros Rickenbacker y Yirondins, impropios de católicos caballeros, pero dispensables en todo caso por lo elevado de la temperatura y el innecesario riesgo corrido.
Nuestros caballeros se dirigieron entonces al castillo de la villa de Almansa, para rendir honores al rey y a la reina. Pero no solo sus majestades se encontraban ausentes, sino que los lacayos a su servicio se negaron a bajar el puente, rendirles honores y ofrecerles el agua, el aceite y la sal que la ley de caballería impide negar siquiera al declarado enemigo. En otras circunstancias, esta afrenta habría bastado para que nuestros caballeros se enzarzaran en feroz y desigual batalla, para resarcir el mancillado honor, pero de nuevo lo elevado de la temperatura y la poca gana de manchar su noble acero con sangre sarracena, los llevó a dar la vuelta a sus monturas y poner rumbo a alguna otra venta donde saciar el hambre, la sed y la pena que el largo camino produjeron en sus maltrechos cuerpos.
Una mujerzuela, cuyo alma confunda el diablo, y de edad más propia de estar ya descansando en el merecido asilo que de ser buscona con jóvenes caballeros, intentó con sus malas artes embaucar al más joven de nuestros amigos, cuya educación y saber estar le impidió mandarla a un lugar más propio de su linaje y condición.
Por fin encontraron la venta idónea, al refugio de los lesivos rayos del astro rey, y conocieron a la famosa Aldonza Lorenzo, moza de prietas carnes y desviada moralidad conocida en la comarca como la DulceNena o Dulcinea, mesonera de oficio que con la desenvoltura y descaro propia de su baja estofa incluso se permitió hacer chanza de la bebida solicitada por algún de nuestros héroes, por no considerarla propia de caballero andante. Una vez más, el respeto que la Orden de Caballería exige a aquellas que no pueden orinar de pie, les impidió aplicarle el correctivo que su insolencia mereció.
Una vez acabado el merecido refrigerio, los tres caballeros se dispusieron a volver a su querido terruño, por la ruta ya recorrida sin dejarse engatusar por los mil demonios y malhechores, sabedores que estos no eran más que producto del calor reinante y una posible mala digestión de las ravas de calamar, que bien pudieran ser rabos de dragón.
Con la tristeza que produce alejarse del caballero amigo y compañero, nuestros tres héroes se separaron, no sin jurar y perjurar que esta aventura no ha de tardar en repetirse y poniendo como ineludible objetivo conseguir que en la próxima sean más los caballeros que en tamaña empresa participen, por el bien de desvalidos, socorro de viudas, auxilio de huérfanos y mayor gloria de la Real Orden de Caballería Lagartija (Lagartijo Scooter Club en castellano moderno).
Como el camino en ayunas solo trae desgracias y triste ruido de tripas desatendidas, se reunieron a temprana hora en la Venta del Maese Emilio, conocido por el vulgo como La Paloma, para allí alimentar el cuerpo de fritas tortas de harina como el alma lo alimentaron de fabulosas historias de caballeros en los cientos de volúmenes leídos una y mil veces.
Una vez que el cuerpo dijo basta, que la gula es pecado y nuestros caballeros cristianos viejos, montaron en sus jumentas, de raza italiana para más señas, famosas en otro tiempo y símbolo incluso de modernidad, pero hoy relegadas a llenar las cuadras de aquellos que no se dejan engatusar por cantos de sirena con muchos caballos venidos del oriente.
La ruta a seguir fue la calzada hacía la villa manchega de Almansa, distante del punto de partida más de cinco leguas, y nuestros caballeros la tomaron con la tranquilidad que caracterizó a aquellos cuya conciencia está tranquila, su espíritu limpio y su vista cansada.
A mitad de camino, levantando la vista hacia levante, vieron una interminable fila de gigantes, que venían rabiosos a plantarles batalla, pero ellos, antes corteses que valientes y sabedores que mejor es yacer con su dama cuando llegue el ocaso que entregarse a inútiles batallas con generadores eólicos, hicieron la vista gorda y siguieron su ruta. Donde confluye la frontera entre la Mancha propiamente dicha y el Reino de Murcia, plantaron sus yelmos en un improvisado altar, homenajeando así a todos los caballeros andantes caídos en la carretera hasta la fecha.
Como algún de los caballeros no tenían todas las cédulas administrativas que exigen las leyes del Reino de España, confluyeron sus mercedes en el siguiente subterfugio, que no es otro que dejar al caballero Hachazo marchar el primero como lanzadera ante los guardias de campo que Su Católica Majestad cuya vida guarde Dios muchos años viste de verde y manda a esos caminos a vigilar la estricta observancia de leyes, bandos y mandatos. Igualmente concretaron que este tomara una ruta distinta a la habitual, con el fin de evitar en lo posible a los que pudieran poner fin a tamaña aventura. El caballero hachazo, habitualmente despistado y con la mente divagada en la imagen de los azules ojos de su amada dama, fue a meterse en la boca del lobo, ante la desesperación del resto de caballeros que veían peligrar el correcto curso de la empresa. Afortunadamente, los vigilantes de las buenos usos y costumbres de las vías y calzadas no se encontraban en aquel lugar, por lo que el desafortunado despiste quedó en unos improperios lanzados por los caballeros Rickenbacker y Yirondins, impropios de católicos caballeros, pero dispensables en todo caso por lo elevado de la temperatura y el innecesario riesgo corrido.
Nuestros caballeros se dirigieron entonces al castillo de la villa de Almansa, para rendir honores al rey y a la reina. Pero no solo sus majestades se encontraban ausentes, sino que los lacayos a su servicio se negaron a bajar el puente, rendirles honores y ofrecerles el agua, el aceite y la sal que la ley de caballería impide negar siquiera al declarado enemigo. En otras circunstancias, esta afrenta habría bastado para que nuestros caballeros se enzarzaran en feroz y desigual batalla, para resarcir el mancillado honor, pero de nuevo lo elevado de la temperatura y la poca gana de manchar su noble acero con sangre sarracena, los llevó a dar la vuelta a sus monturas y poner rumbo a alguna otra venta donde saciar el hambre, la sed y la pena que el largo camino produjeron en sus maltrechos cuerpos.
Una mujerzuela, cuyo alma confunda el diablo, y de edad más propia de estar ya descansando en el merecido asilo que de ser buscona con jóvenes caballeros, intentó con sus malas artes embaucar al más joven de nuestros amigos, cuya educación y saber estar le impidió mandarla a un lugar más propio de su linaje y condición.
Por fin encontraron la venta idónea, al refugio de los lesivos rayos del astro rey, y conocieron a la famosa Aldonza Lorenzo, moza de prietas carnes y desviada moralidad conocida en la comarca como la DulceNena o Dulcinea, mesonera de oficio que con la desenvoltura y descaro propia de su baja estofa incluso se permitió hacer chanza de la bebida solicitada por algún de nuestros héroes, por no considerarla propia de caballero andante. Una vez más, el respeto que la Orden de Caballería exige a aquellas que no pueden orinar de pie, les impidió aplicarle el correctivo que su insolencia mereció.
Una vez acabado el merecido refrigerio, los tres caballeros se dispusieron a volver a su querido terruño, por la ruta ya recorrida sin dejarse engatusar por los mil demonios y malhechores, sabedores que estos no eran más que producto del calor reinante y una posible mala digestión de las ravas de calamar, que bien pudieran ser rabos de dragón.
Con la tristeza que produce alejarse del caballero amigo y compañero, nuestros tres héroes se separaron, no sin jurar y perjurar que esta aventura no ha de tardar en repetirse y poniendo como ineludible objetivo conseguir que en la próxima sean más los caballeros que en tamaña empresa participen, por el bien de desvalidos, socorro de viudas, auxilio de huérfanos y mayor gloria de la Real Orden de Caballería Lagartija (Lagartijo Scooter Club en castellano moderno).
FIN
El caballero Yirondins haciendo nula advertencia del cartel y desahogando su maltrecha vejiga. (Nota, la mignición es simulada y su miembro está dentro de la bragueta)
Los caballeros toman el merecido descanso al abandonar el Reino de Murcia y adentrarse en la Mancha pura y dura.
Nuestro sentido homenaje a los caballeros caidos en las vias del Reino de España (esto no es coña)
En este punto y aun sabiendo que alrededor habia casi cuarenta grados centígrados, se alcanzan temperaturas siempre bajo cero, como advierte la señal allí colocada.
Bella estampa de las monturas al pie del castillo de la villa de Almansa.
El caballero Yirondins no pierde la sonrisa ante la adversidad de la rotura de su pipa, eventualidad solucionada en un momento gracias a nuestros vastos conocimientos y a la siempre socorrida cinta americana.
Lo que se ha dicho despues:
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Seguro que tampoco fue para tanto, tres nada más. PUAJ.
Si yo os dijera que faltaba, me nombrariais presidente vitaliceo, cargo que notoriamente me merezco. Mientras tanto intentare sabotear todos vuestros intentos de salidas.
Si yo os dijera que faltaba, me nombrariais presidente vitaliceo, cargo que notoriamente me merezco. Mientras tanto intentare sabotear todos vuestros intentos de salidas.
# Escrito por 
: 19 de julio de 2005, 12:19:00 CEST
: 19 de julio de 2005, 12:19:00 CEST
Queridos lagartijos volver cuando querais, os esperaré con los brazos abiertos yo y mis amigas. Ya sabeis donde encontrarnos: en la calle a las cinco de la mañana.
Besitos
Besitos
# Escrito por : 19 de julio de 2005, 12:20:00 CEST
: 19 de julio de 2005, 12:20:00 CEST
Estimado inefable Pedro:
Agradezco la visita y las felicitaciones (totálmente merecidas, todo sea dicho) por mi parida mañanera.
Seguro que los que han entrado antes, volverán a hacerlo de manera escalonada a lo largo de todo el periodo estival, siguiendo las recomendaciones de la D.G.T. y con el fin de evitar aglomeraciones y caidas en el servidor de Blogger.com
En cuanto a la disposición de la página, creo que sigue igual, lo que pasa es que creo que al ser tan largo el de hoy, los enlaces y el reloj y todo eso, se quedan "muy arriba".
En cuanto a la mascota, la estamos preparando. Ya tenemos una paniquesa autóctona que se ha prestado como modelo. Lo malo es que nos han chafado la idea ¿no puede ir montada en una vespa?Jo tio, a empezar de cero.
En cuanto a la fe de errores, he llamado a Fini Ortega y tienes toda la razón, esa es la señal de "Peligro Alicornios Rodando de derecha a izquierda o de izquierda a derecha o en el sentido de la marcha o en el sentido contrario a la marcha. Osea, alicornios a go-gó". Aunque tienes toda la razón, espero no pongas en duda mi afirmación de que al lado de ella hace un frio que te cagas, incluso cuando alrededor ronda los 40º. Porque yo con la temperatura no bromeo. Acabáramos.
De nuevo gracias por tu aportación y un inefable abrazo.
Agradezco la visita y las felicitaciones (totálmente merecidas, todo sea dicho) por mi parida mañanera.
Seguro que los que han entrado antes, volverán a hacerlo de manera escalonada a lo largo de todo el periodo estival, siguiendo las recomendaciones de la D.G.T. y con el fin de evitar aglomeraciones y caidas en el servidor de Blogger.com
En cuanto a la disposición de la página, creo que sigue igual, lo que pasa es que creo que al ser tan largo el de hoy, los enlaces y el reloj y todo eso, se quedan "muy arriba".
En cuanto a la mascota, la estamos preparando. Ya tenemos una paniquesa autóctona que se ha prestado como modelo. Lo malo es que nos han chafado la idea ¿no puede ir montada en una vespa?Jo tio, a empezar de cero.
En cuanto a la fe de errores, he llamado a Fini Ortega y tienes toda la razón, esa es la señal de "Peligro Alicornios Rodando de derecha a izquierda o de izquierda a derecha o en el sentido de la marcha o en el sentido contrario a la marcha. Osea, alicornios a go-gó". Aunque tienes toda la razón, espero no pongas en duda mi afirmación de que al lado de ella hace un frio que te cagas, incluso cuando alrededor ronda los 40º. Porque yo con la temperatura no bromeo. Acabáramos.
De nuevo gracias por tu aportación y un inefable abrazo.
genio. (Del lat. genĭus).
Capacidad mental extraordinaria para crear o inventar cosas nuevas y admirables.
sinónimo HACHAZO
Capacidad mental extraordinaria para crear o inventar cosas nuevas y admirables.
sinónimo HACHAZO
# Escrito por : 20 de julio de 2005, 10:57:00 CEST
: 20 de julio de 2005, 10:57:00 CEST
La única palabra que puede definir este articulo es IMPRESIONANTE.
# Escrito por : 21 de julio de 2005, 17:45:00 CEST
: 21 de julio de 2005, 17:45:00 CEST
Hasta ahora no he tenido el gusto ni el tiempo de leerlo para felicitar a hachazo. Es realmente im-pre-sio-nan-te.
Felicidades chato
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Felicidades chato
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