"La página de los lagartijos es como el camarote de los Hermanos Marx"
    (Los Moteros Jubilaos, 2005)

    "La Vespa abans de montarla n´hia que coneixerla"
      (Socarrat dixit. Xátiva 19/08/2006)


    20 marzo 2007


     

    RIV#6 - ALMUERZO EN ALBAIDA / COMIDA EN NAVALÓN (28/04/07)

    Un grupo de gringos se estaban partiendo la polla del escuterismo y de los escuteristas, haciendo comentarios a cual más descabellado sobre nuestras motos, nuestas vestimentas y/o nuestras costumbres,al mismo tiempo que se ponían tibios de birra bosnia y cava argelino. Pero en esto que, gracias a la Divina Justicia que todo lo ve, por bocazas y de tanto descojonarse, a Maiquel se le desprendió el cojón izquierdo (según se toca). Por imbécil.
    Como ya hace por lo menos un mes que no se hace ninguna RIV, os proponemos la siguiente, que si no me equivoco es la sexta.

    Como nos hemos hecho muy machotes todos (y todas) y ya no nos dan miedo los kilómetros de ruta y los kilogramos de comida polisaturada de colesterol (del malo), podíamos quedar a almorzar en Albaida, para que esta vez al sector norte (Valencia y Castellón) no les pille tan akadiós como en la quinta.

    Después, y para bajar los bocadillos de potorro senegalés tamaño king-size, nos largamos hasta Navalón (no recuerdo si es el de arriba o el de abajo, ya confirmará alguien) a comernos unos frugales y ligeros gazpachos.

    Bueno, tenemos un mes para organizarnos, desorganizarnos, cambiar de fecha, volverla a cambiar y todas esas cosas que dan para llenar las páginas de comentarios y los foros de mensajes.


    08 marzo 2007


     

    ¡Padre! ¡Confieso que he pecado!

    (Acabator entra en una Iglesia y se dirige al confesionario. Se santigua y se arrodilla.)

    - Ave María Purísima.
    - Sin pecado concebida. A ver, hijo, cuéntame que te aflige.
    - Padre... ¡He pecado gravemente! ¡Me he condenado para siempre!
    - El Señor perdonará tus pecados si te arrepientes realmente de lo que has hecho. ¿Hace cuánto que no te confiesas? Te escucho.
    - Padre, no me confieso desde que tomé la primera comunión... hará cosa de 25 años...
    - ¡Has puesto en grave peligro tu alma! Dejemos a un lado los pecados veniales porque, de lo contrario, me veo aquí sentado hasta pasado mañana. Vayamos directamente a los pecados mortales, hijo...
    - Está bien... Me acuso de tener pensamientos impuros con chiquitinas y...
    - ¿Con chiquitinas dices? ¿Cómo de chiquitinas?
    - De las más pequeñas, Padre, de las más pequeñas... Hay noches que no concilio el sueño pensando en ellas pero, es que además, las he sometido a tocamientos...
    - ¿De pensamiento o de obra?
    - De obra, Padre, de obra.
    - ¡Dios mío! ¡Que ser tan depravado! ¿Y cómo pasó realmente? ¿Qué sentiste?
    - Es que me da vergüenza contárselo...
    - Si no me lo cuentas, Él no te perdonará...
    - Pues... Verá, acompañé a un amigo a comprar unas cosas y de repente se me acercó un hombre al que conocía de vista y me dijo: -"Ahí detrás hay una que te gustará. Ve y mírala." Yo al principio dudé, pero la curiosidad pudo conmigo y allá que fui. Nada más verla, sentí la punzada del deseo y... Oh! No puedo continuar...
    - ¡Sigue! Hijo mío, que lo estás haciendo muy bien.
    - Pues eso, Padre, que sentí el deseo en mis carnes y me acerqué. Ella me miró de una forma extraña. Le acaricié primero la cabeza y luego pasé al cuerpo...
    - ¡No pares ahora!
    - Pues continué largo rato con los tocamientos y como para mí no era suficiente, me tiré en el suelo para verla y tocarla por debajo... Padre, esto es muy difícil para mí...
    - ¡Continúa!
    - Pues... Yo estaba muy excitado, Padre. Y sólo pensaba en llevármela a casa para disfrutarla. Necesitaba... poseerla. ¿Usted me entiende?
    - Te entiendo, hijo, te entiendo.
    - Así que pacté con el tipo que me la enseño y me la traje, a escondidas de mi mujer, a una cochera que tengo, de la que nadie sabe nada, para que no nos molesten cuando estemos juntos.
    - ¿Te la has llevado a casa? Sabrás al menos cómo se llama o de dónde viene...
    - A casa no, Padre, me la he llevado a la cochera. Se llama Vespa 50 y era de...
    - ¡¡¡QUEEEEE!!! ¿VESPA? ¿UNA VESPA? ¡MALDITO BASTARDO! ¿VIENES AQUÍ, AL TEMPLO DEL SEÑOR, A HABLARME DE VESPAS? ¡¡¡YO TE EXCOMULGO, SACRÍLEGO!!! ¡¡¡VETE!!! ¡¡¡VETE Y NO VUELVAS!!! ¡¡¡Y OJALÁ OS PUDRÁIS TÚ Y TU VESPA!!!

    (Acabator sale pitando del confesionario y se marcha a casa acongojado. El cura todavía está meditando lo sucedido, pensando, hablando consigo mismo...)

    (Una vespa, una vespa... desde luego que hay cada tarado por el mundo... Se me mete aquí para contarme que se ha comprado una vespa y que si tal y que si cual... ¡Así nos va!... ¡Una vespa! Desde luego... Donde esté una Lambretta con su Imola, su admisión por láminas y su Varitronic que se quiten las demás... Una vespa... ¡Y de 50! ¡Por favor! ¡Si no van ni p'atrás...!)


    ¡Chim pum!